Si arañas la piel salen rayas rojas
Cuatro de la tarde en Madrid, las calles, hasta ese momento llenas de gente con camisetas de ambos equipos, se vacían poco a poco. La mayoría vuelven a casa o acuden al bar más cercano. Sin embargo, un núcleo de más de 70000 aficionados ocupa los alrededores e interior de un estadio que en breves momentos será una fiesta.
Mientras unos llegan confiados, sin haber perdido y con un poderío y control difícilmente alterables, otros llegan ilusionados, los primeros partidos no han salido como se quería, pero poco a poco y tras muchas dudas están volviendo a ser los que eran. Esta situación de película prepara el terreno para presenciar el mejor derbi madrileño en años, que terminaría 5-2, con goles de Le Normand, Sorloth, Julián (2) y Griezmann, de un lado, y Mbappé y Güler del otro.
La mejor actuación de la temporada del Atleti (hito no tan complicado), en el que apretaron desde el primer minuto, y con el que comprobaron que esto funciona si se juega con intensidad. Los de siempre estuvieron bien: Llorente, aunque no tan importante como otros días, tuvo un partido correcto, acompañando muy bien por la banda derecha a uno de los hombres del partido, el enchufado, Giuliano, sacando de quicio a cualquiera que se le acercase, y poniendo el balón para el primer gol en la cabeza de Le Normand, que junto a Lenglet formaron una pareja defensiva mucho más floja de lo normal, causando incluso algún error que lamentarían los rojiblancos. Hancko, que a su gran trabajo en defensa le añade ayudas en ataque y una profundidad por banda difíciles de encontrar en alguien de su tamaño. Un día más, los dos todoterrenos, Koke y Barrios, lo mejor del equipo. Y el mejor del partido, mención especial a la araña, Julián Álvarez, tan grande que podría ser tarántula.
En el otro lado, la peor actuación de la temporada de los blancos. Difícil pensar que esos de la línea defensiva de hoy eran los del resto de partidos. El miedo a las alturas de Huijsen, muy débil en los duelos por arriba, o la cantidad de duelos perdidos de Carreras, que estaba acostumbrando a ser un seguro en cuanto a recuperaciones y entradas se refiere, han ayudado mucho a la labor colchonera. Les ha faltado ritmo e intensidad, y pese a que tuvieron su momento de lucidez, liderado por Güler, con diferencia el mejor de los de Alonso, y consiguieron remontar inicialmente, se acabaron viendo superados en casi todos los aspectos del juego. Lo dicho, el turco vio pases que nadie más veía, y estuvo siempre donde más se le necesitó. Aliado de lujo para Mbappé, que lo poco que pudo hacer, lo hizo bien. Vuelta de Bellingham a la titularidad muy poco llamativa. Se echó de menos a un inglés que por momentos no sabía ni dónde mirar, muy perdido por el campo.
Acciones como la fea entrada de Nico sobre Carvajal (posible roja), o la interferencia de Le Normand sobre la barrera en el gol de falta de Julián, que según Archivo Var debería haber sido repetida, abren discusiones una vez más sobre el arbitraje. No obstante, esta no fue hoy la causa de la derrota del Madrid.
Franjas rojas tiñen desde el Metropolitano una capital de color blanco. El Cholo demuestra una vez más que tirando de corazón y mucho, mucho trabajo, las cosas salen adelante.